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Editado por el autor

San Martín: El autor 2012 ISBN 978-887-33-0957-4 CCD B863

domingo, 11 de noviembre de 2012


Agradecemos la colaboración de Perezcuper por el aporte del video con música de Vangelis Papathanassiou y fotos extraídas de Internet 




A pesar de que mi alma lastimada
puede ser alimento ideal de la malicia,
ahora mismo me sobrepongo a cualquier intento de amargura.
Por que ya sé, el “estandarte” que identifica la plenitud,
es también, protagonista en las “comedias” de la vida.
Por eso, desde aquel cerro en que viaja montado mi suspiro
observo como se hace amigo del viento.
Si fue capaz el sol de llenar todo de colores,
solo me veo rondando los cielos azules.
Entre las ramas, donde se sostienen mis patas,
salpico mi canto en el aire.
Es sabido que el “pájaro de fuego”,
deja por las tardes -para alegría de las nubes- los colores del crepúsculo,
pero sin mediar pacto alguno,
ya contagiado de lo que trae “el hijo del viento”,
en mi vuelo, siento que se refrescan las alas con las aguas del mar.
Aquí voy desafiando la fuerza de alguna ley universal
o solo obedeciendo lo que dicta la sangre.
Esa energía cósmica que provoca la marea, me acompaña
y como si fuera una increíble criatura alucinada
me revuelco en el aire, en el agua, en el aire, iluminada.

Ruben J. Ayala (extraído del libro "Tratado del viento" página 49 )




Primera advertencia: Entumecer la actividad sentimental para que el músculo que se inflama no  regurgite tanta sensación de vida, puede explotar. 

Segunda advertencia: El lector tendrá, como siempre, que ser interactivo y a veces, “jugar de alguien desprevenido”. Adoptar la posición cómoda y contemplativa para luego, “volcarse” hacia alguna que otra actividad intelectual, la que puede ser tomada por “los hombres de acción”, apenas, como algo afeminado. Ja.

“El poema, es una suave y prolongada oscilación entre la sonoridad y la armonía”. (Valery)


Un divague

Sobre la hora del “concierto”:
 -¿Quién sabrá en que momento se inicia o termina?
Van acercándose a “la pantalla”, nombres que se agregan a la lista y serán participes de lo que vendrá.
           
El “concierto” demora cuando pretende refugiarse en la noche y se adivina que el desvelo, es solo una consecuencia de los ojos que indagan en la propia oscuridad. Aunque Macedonio Fernández decía: “No todo es vigía la de los ojos abiertos”.
“A la hora de los búhos –sentenciaba Leopoldo Marechal en su Adán Buenosayres, felizmente- llega el fin  del cacareo de las gallinas” o mejor dicho, de las voces de los mercaderes y luego, anunciaba la llegada de los bohemios. Algunos de “ellos”, hasta eran identificados como parte del equipo de “los ases de la tertulia”.

Entonces, a partir de ahora se autoproclama “el espectador”.

-Aluciné, que todo está por dibujarse.

Una persona separa en pocos movimientos las razones del corazón y el pensamiento. Desde la pasión por la palabra, se destraba todo acertijo.
Él se decía:
-Hay que ejercitarse en como tejer oraciones, en como aplicar nuestra música hecha de palabras, en como desarrollar está historia que no es más que, algo así como una nube de emociones. Un “no lugar” que se conjuga con el nudo de tu temperamento.

Salió de su letargo y golpeó en la puerta de un vecino con la idea de desprender de él, las oraciones más sentidas. Sumó paciencia, respiró profundo cuando supo que el vocabulario que usa habitualmente -su vecino- es abundante y según él, “ondula fresco e inspirado”. Desde su entender, también, buscó muchos argumentos para acostumbrarlo a dejar sus prejuicios.
Ahora, aquí estamos todos sus personajes, buscándolo para saber como nos lleva por la vida. Estas son las razones por las cuales, dice crearnos:

“La más antigua de las formas de luchar contra la muerte -según su parecer- es convertirnos en sujetos silenciosos, que van protagonizando o madurando leyendas (en el pensamiento) para luego, aprender a divulgarlas”.

(No está mal. ¿Acaso no habrá que crear la forma de evitar el avance de “los refutadores de leyendas”?)

Convencido de que, “compartir lo emotivo puede ayudarlo a rastrear sus intenciones de manera más clara”, va seleccionando palabra tras palabra y divaga en ellas “el sentido profundo de su creencia”, se dice:
-“…en la búsqueda del hecho estético puede entrar algo que nos insinúa la salvación, que puede ser terapéutico e incluye a los demás”.

Ahora enuncia lo que recuerda de alguna publicación:  
                                                                                Pensar que el poeta se detiene solo en la búsqueda de lo bello para trascender, es subestimarlo. Lo que desea es hacer trascender “la poesía”. Eso es lo que lo inquieta, la convicción de que “la poesía en algún lugar, de algún modo puede cambiar lo establecido”. Hay tipos que se jugaron (o tal vez, se juegan) la vida, solo por escribir lo que sentían o creían con firmeza y decisión, y a partir de eso actuaban, divulgaban, comulgaban con esas creencias. Lo importante para el poeta, entonces, es que "la poesía perdure".
En algún reportaje de no sé quien -disculpen por el dato extraviado- solo me convenció este argumento: “alguien puede ser poeta y otra cosa, pero nunca, otra cosa y poeta”. Es decir, “aquello”,  al declararse seriamente -aun convencido de que solo se puede ser “un aprendiz”- tiene implícita una forma de vida y ya no pasa a ser algo agregado.

Otra afirmación que lo guía, la describe así:
-“La  dicotomía, traslada la razón y la sinrazón, el consciente e inconsciente, hacia lugares en que el predominio de lo primero va intentando suprimir a lo segundo, sin dejar bien sentado que ambos son parte de la misma construcción y que no debería resumirse en la simpleza de que uno, elimine al otro”.

Luego, se repite:
“De lo súbito que lleva nuestra sexualidad, se dispara la forma de acercarse al otro y es motor de vida plena. Y así, de lo que resulta nuestra poética se muestra algún camino sinuoso hacia lo creado, por que en lo creado, se incluye a la sinrazón”.

     ¿Será que, como “un entusiasta de las tertulias”, “el espectador” moldea la metáfora y después, busca a los demás para ser participes necesarios y creativos?

-Aluciné, que todo está por dibujarse. (Sí, otra vez)

“La pantalla” recorre la mística de cada uno de nosotros. “Algo”, que puede ser sentido en algún momento, como “un suspiro”, por el hecho de “estar cerca del otro” y que resuelve bien, una comunión tan intima entre pensamientos.
Se va dibujando la ilusión de mirarse a través de una profunda amistad o ¿por qué no? un amor platónico que quizá, se transforme en real, y que ¿nadie pudo ejercitarlo?
Será que también ahí, está una buena forma de luchar contra la muerte.
Está latente lo sublime y quien pueda vivirlo, tal vez, sea quien “se maraville para después maravillarnos”.

Apenas, la vida, en sus entuertos casi indescifrables nos proyecta hacia necesidades y desvían hacia algún camino impredecible, eso es suficiente y no sé por qué, pero la imaginación se hace aventurera, saca sus virtudes extraordinarias, navega en la fantasía como si fuera que ella es prodigiosa e infinita, por lo que se puede aportar “lo increíble”, desde la ilusión.

Esto también, puede ser una forma más de querer ser atraído y de atraer, nada  esta del todo escrito ni tiene una estructura, para decir: “esto es así o no lo es”.
A veces, de tanto que acontece, hasta podemos soñarlas y ni siquiera hacer participes a nadie. Otras, queremos que nos sueñen.

Parece que ya no es tan simple... la vereda virtual es casi una imaginería.

A pesar de que puede ser un intercambio de palabras intensas... no termina en un discurso mínimo, no solo es esto; leer la pantalla, gastar una sonrisa o enojarse o enternecerse con el que escribe. Aquí vale que, estemos en esa comunión que nadie puede medir su fuerza a la hora en que la intimidad de nuestras reflexiones tienen una dimensión superlativa.
Reconozco, de carne soy, cuando una vez, una señora me dijo "usted, es muy básico” ahí sí, admití que “la carne es débil”…ja
 Apenas se establece una mínima relación de acercarse por que, tal vez, hay un ínfimo atractivo mutuo y que por supuesto, no hay explicación de que manera se establece, ya empiezan los conflictos de poderes...y “ellas”, parece que categorizan,  dicen de nosotros “los come yugulares”…jajaja
Ni victimas ni victimarios.
Somos hombres, nada más, personas que sabemos que una mujer es diferente y tanto lo es, que esa diferencia resulta extraordinariamente atractiva (desde siempre, en todos los ámbitos ¿por qué dejaría de serlo aquí?).
Pero claro, tantísimos años de sostener penosamente nuestra animalidad, mientras ustedes (las mujeres) aprenden cuales son las armas preferidas para seducir. Ja
Ahí están esos bichos básicos (nosotros) que parece que creemos en nuestras extremidades como factor preponderante de la supervivencia de la especie y escapamos de lo sublime. Ja
Ahí están, las que exacerban su instinto femenino para luego, hacernos saber que es el producto de no haber pensado durante siglos (es una broma machista de A. Schopenhauer)....jajaja
Aquellas  que, apelan a su desnudez hasta en lo metafísico, es entonces, que aparecen ¡Pobres los  hombres del mundo! pensando en como producir la superpoblación del universo.
Así estamos nosotros, en esta vereda cibernética que nos atrapa por su increíble impunidad ante todos, pero principalmente, ante la presencia femenina. Solo, para  decirles una vez más "cuanta admiración les tenemos, cuantas vibraciones sentimos que vuestra música, es la que realmente nos hace vivir”. Al fin, siguen siendo la criatura que fascina.
Muchas veces, lo he dicho con tanta devoción y me escupieron como si fuera una mentira que mancha...pero sabe Dios cuanta verdad había en cada palabra y en mi alma.

Y hasta, caminaba por el suburbio como aturdido, sin saber de peligros de madrugada. Revivía en cada letra que repasaba. Unía “los mundos” con algún intento de poema y de aquello que, aporta “el otro”, algo que uno cree que es recíproco

Así andamos mirando nuestro mundo interior.

Perezcuper





¿Donde estás?

¿Que acontece por ese
 lugar del mundo
donde un racimo de estrellas
 te lleva en vuelo interplanetario
y te aleja tanto de mi?
Entre mirar la pantalla y el cielo,
entre escuchar algún
rumor de la montaña
y como se comporta
la noche a tu lado,
desde ese susurro que sale de “ella”
 para viajar hasta aquí
y acompañarme con tus pensamientos.


Así, estás vibrando
con el aleteo de los picaflores
y dejando que la vida te traspase
para seguir contagiando.
Ya estás hecha de flores silvestres,
de suspiros de cóndores,
de cantos que vuelven
de las entrañas del cerro,
y se hacen fluido en las quebradas.
“Así eres tú. Así sos vos”.
Deja no más que,
todo transcurra a tu alrededor,
sabes desde siempre como pintar
de colores vivos con cada sonrisa.



Y no podrán librarse
de esa sonrisa, ni las piedras.
Apenas, sienten que
esta cerca tu ternura,
se  ablandan, dejan de estar duras.
 No sé que ves,
pero yo te  veo así.
Te veo derramándote
 desde alguna estrella,
 con lo agreste adherido
en cada vello que te conforma.

De todos los fuegos...









Dormida

-¿Vos también seguís dormida
alimentando tus sueños?
¿Te fuiste “apoliyar”?
¿estás ahí?
Me quedo atragantado
con los helados del tanito Carpi.
Y canto solo, justo,
después del mediodía,
buscándote en la calma de la calle
en el barrio de Monserrat.

Mientras, “algo” de tus sueños
se va escapando,
para que se transforme
en la bruma que perfuma tu rostro.
Hasta, parece que vas a “cabecear”
en la esquina de esta ventana
para ponerle emotividad.
Entonces, adquiere
tres dimensiones la imagen.
Tiene tu cuerpo y se endulza
con una sonrisa,
es parte de alguna gratitud
que te llena de misterio,
y asoma entre tus labios,
con sutileza.

¿Que pasa con esos rulos?
Deben estar en rebeldes.
Se acomodan sin orden
para incomodar,
y casi dictando una transgresión.
¿Que pasa que late fuerte la yugular?
Tal vez, al recorrer
tanto camino de “montaña rusa”,
tu sangre llega a la carótida,
 para disfrutar esa caída libre
desde tu garganta
hacia “el abismo de tu escote”,
solo, con la intención
de sorprenderme
en el regocijo.

Octaedro




Realidad de lo virtual o virtualidad de lo real

Los afectos tienen distintas formas de expresión, así como, muchos medios de dar y recibirlos.
Algunos, que aun se oponen irremediablemente a los beneficios de Internet  descreen que este sea un medio donde se puedan dar y  recibir afectos y en su descreencia, se pierden momentos instantáneos de sentirse queridos y valorados.
Es verdad que las relaciones interpersonales son importantes.
Es verdad que no hay nada comparado a ese abrazo a otro cuerpo en un cálido contacto, ese roce suave de los labios en la mejilla, esas manos que acarician y consuelan, esas son expresiones placenteras al momento de recibir afecto.
Pero cuando estamos en la soledad, cuando no tenemos a quien recurrir en ese preciso instante, cuando en lo oscuro  de la noche, en el momento en que todos duermen, nos encontramos solos, existe ese mundo al que llaman virtual.
Es en este mundo, en el que  se mezcla lo virtual con lo real, es que a ambos lados de un monitor hay personas, personas con sentimientos, personas que se expresan, que cuentan sus vidas a su manera.
Alguien, con justa razón o simple experiencia, puede descreer de lo que  pasa, puede argumentar que allí hay gente mala, gente que no dice la verdad, que todo lo disfraza.
¿Pero no ocurre esto en la vida llamada real también?
¿Cuántas veces hemos confiado en alguien al que vemos y luego sabemos que no es lo que mostraba?
Yo he tenido amistades llamadas reales que en verdad eran mentiras y tengo amistades reales muy verdaderas.
Y también he tenido en mi mundo virtual amistades que fueron grandes estafas y amistades que son grandes realidades.
Y en lo oscuro de la noche, y en aquellos momentos en los que mi alma buscaba mimos, caricias cálidas al corazón, las encontré también allí, en mi mundo virtual, amigos sin voces, pero llenos de palabras con afectos, con mucho para dar y recibir. Afectos instantáneos, ternuras en el momento.
Y si, cuando me resultan poco los afectos reales, cuando mi alma esta sola, recurro a ellos, ellos que no necesitan ver mi cara, ellos que con solo decir una palabra pueden saber cómo me siento y me dan los abrazos y besos que tanto me hacen falta.
Y si, es allí en ese preciso momento cuando lo real se mezcla con lo virtual y persigue una sola cosa: hacer sentir bien a quien está al otro lado de la pantalla.

De buena fibra


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