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San Martín: El autor 2012 ISBN 978-887-33-0957-4 CCD B863

sábado, 4 de octubre de 2014






Aún, cuando
la fibra de mi espíritu
quede lastimada
con los filos de la angustia,
aún, cuando
me enfrento a ese adversario
que es el protagonista
de las peores pesadillas,




aún más, cuando
en la oscuridad de mi cuerpo
predominen los personajes del abuso,
aún así,
en lo más intimo de mi ser,
se ilumina y refracta
lo que el astro contagia,
y el verde intenso es el color
de la tela de mi alma.




El vegetal…
hierba tierna y aromática
-la del viejo Whitman- me acaricia,
en su tallo me anudo y anido,
y sabia-sangre es la que alimenta
el pequeño fruto de mi Esperanza.


De todos los fuegos…







Tengo el silbido de una canción
que suena dentro de mí
y te va conformando
en la luz de la añoranza.
Una melodía que reconstruye
tu candor y repasa
la frescura para encontrarte
en la mirada que sonríe.




Está, en aquel instrumento
que “salpica” tu música,
el acorde inesperado,
cuerpo de la armonía
que siembra el aire de lo silvestre,
eso que brilla en los colores,
de aromas  que te reflejan
para no olvidarte.





Tengo la nítida imagen
que trae alegría
y desconsuelo, a la vez.
Tengo tu voz
que acerca la distancia
y calla tu ausencia,







solo necesitan mis manos
sumar tu volumen
para crear el sortilegio
que nos aventura
a un espacio tibio,
ese lugar donde se alimenta
el anhelo de esperarte.

De todos los fuegos… (dedicado a María)